Esta semana explicaremos un poco a cerca del tratamiento de las várices llamado láser. En estos momentos el tratamiento más en boga en contra de las várices. El láser es un haz de luz potenciado, que tiene las características que tiene una sola dirección, un solo color y por tanto se puede dirigir exactamente donde se quiere que actúe. Hay múltitud de lásers y no todos sirven pará tratar el problema venoso. Dentro del tratamiento para várices hay dos tipos a saber: transcutáneo e intravascular.
El láser transcutáneo es el que se pone sobre la piel y no necesita relizar incisiones. El médico le colocará una crema anestésica, esta tarda 1 hora en hacer efecto. Algunos médicos indican que se la pongan en la casa. Otros en el consultorio pero deben llegar con tiempo. Luego pasarán al cuarto de láser. Se les deberá proporcionar unos lentes para proteger los ojos. Posteriormente se relizará la aplicación de láser quemando las várices seleccionadas. Puede sentirse un poco de ardor duránte la aplicación. Después del procedimiento puede haber un poco de dolor e inflamaciòn de la piel. Puede haber aparición de "moretes". Todas estas moléstias son transitorias y con la aplicación de cremas humectantes y analgésicos ligeros es suficiente para aliviarlas. A diferencia de la esclerosis algunos paquetes varicosos necesitan más de una sesión para borrarse completamente.
El láser intravascular es aquel en que se introduce una fibra óptica muy delgada dentro de la vena que se va a tratar. Esto se logra a travéz de una aguja gruesa o por medio de una incisión muy pequeña. Se hace avanzar la fibra hasta el área escogida y se reliza el disparo. Este procedimiento ya necesita una sala de operaciones. Y es necesario una anestesia ligera conocida como sedación. Esta anestesia el paciente está respirando sólo y no se necesitan ventiladores. El procedimiento es corto y es ambulatorio. En otras palabras el pacients se podrá retirar a su casa al recuperarse de la anestesia. Después del procedimiento es necesario usar medias para várices por seis meses. Esto asegura que la váriz quede cerrada.